FLUYE (FLOW)

“Las sirenas les encantarán con sus frescas voces. Pasa sin detenerte después de taponar con blanda cera las orejas de tus compañeros, ¡qué ni uno solo las oiga! Tú (Ulises) solo podrás oírlas si quieres, pero con los pies y las manos atados y en pie sobre la carlinga, hazte amarrar al mástil para saborear el placer de oír su canción" (La Odisea de Homero).

 

¿Has podido experimentar un estado de Flow mientras haces deporte? ¿Lo conoces? Al igual que el Mindfulness es una experiencia placentera en el aquí y ahora, y dónde la atención juega un papel hegemónico. Vamos a aclarar estos dos conceptos clave en este post.




Mihály Csíkszentmihályi, el psicólogo más importante y citado en la psicología positiva (psicología de la felicidad), fue el creador del Estado de Flow o Flujo:

“Cuando se está en el estado de flujo, las personas llegan a estar absorbidas en sus actividades, y el foco de conciencia se reduce a la actividad misma, acción y conciencia se fusionan (1975)”



El Flow sería como fusionarte con lo que estás haciendo, quedarte embobado con algo que te gusta y que se te da bien hacer. Tu foco de atención se cierra. Te desconectas de ti, del mundo que te rodea; y te pierdes en ese placer por unos instantes. Todo el mundo alguna vez ha perdido la noción del tiempo en una actividad. Y cuando te has dado cuenta, puedes estar muerto de hambre, con frío y quizás ya llegues tarde a la siguiente cita, pero… ¡qué bien te sientes!!!


En cambio, con la práctica del Mindfulness, entrenamos una atención libre y flexible que pueda surfear por los tres vértices (emociones, sensaciones y pensamientos), sin quedar atrapada en ningún punto. La atención no queda absorbida por la actividad, más bien la atención está a tu servicio, tú elijes dónde redirigir la atención y enfocarte, momento a momento.


Aplicado a la comida, cuando estamos en un estado de Flow, quizás no somos conscientes de las señales de hambre y saciedad de nuestro cuerpo. La comida nos tiene hechizados, como el canto de las sirenas. Para darnos cuenta de en qué punto está nuestro cuerpo necesitamos parar y volver al cuerpo (con la respiración, por ejemplo).


Como ves, el estado de Atención Plena es diferente al Estado Flow, pero eso no implica que uno sea mejor que el otro. Son dos estados que podemos disfrutar en el día a día. Lo que resulta aún más interesante es que Csíkszentmihályi afirma que la meditación nos entrena para alcanzar estados de Flow. En efecto, tu práctica mindfulness tiene múltiples beneficios.


Y además de meditar ¿qué más puedo hacer para fluir? Lo esencial es descubrir que lo importante es estar disfrutando de la actividad por la actividad misma (el presente), si te enfocas en los resultados (el futuro), te desconectas.


Otro aspecto relevante es ajustar tu grado de competencia a la dificultad, como dice Judson Brewer “Cuando montaba en mi bicicleta en un terreno lo suficiente exigente para no aburrirte, pero no extremadamente difícil, tenía más probabilidades de alcanzar el estado de flujo”.


Y ahora ¿Por qué no llevamos el Flow al hábito “Muévete”? Elsa Puntset nos lo explica muy bien en el siguiente vídeo:

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O aún mejor, porque no vuelves a fluir mientras dibujas. Coge los colores y una cartulina y dibuja la cultura alimentaria que quieres transmitir, dibuja cómo quieres que sea a partir de ahora tu MUNDO, incluyendo tus nuevas creencias posibilitadoras en relación con la comida, tu cuerpo, las personas de tu entorno y con tu ¡VIDA!