RECURSOS

Explorar a través de este ejercicio los cinco o diez valores fundamentales de la persona es un buen modo de esclarecer por qué son importantes y cómo se expresan los valores y por tanto de comprender lo que le importa y le motiva, así como de desarrollar los criterios que quiere que guíen sus acciones.  

Esta exploración puede, por sí sola, llevar a que las personas reflexionen sobre las discrepancias entre lo que valoran y el modo en que viven su vida en la realidad.

Orienta a vivir con integridad: comportarse según los valores fundamentes de cada uno.

La percepción de discrepancias entre los valores y la conducta puede activar el cambio de conducta. Cuando una persona entra en conflicto con un valor importante para la persona, lo que suele cambiar es la conducta.

Mostrar más allá horizontes temporales, pensar más allá del hoy o del mañana, de las necesidades básicas urgentes. Ampliar la perspectiva temporal, ver los horizontes lejanos y orientar el camino hacia ellos.

Las reflexiones finales permiten la autonconfrontación (poner cara a cara), que es mucho más potente que la confrontación; y la autoregulación que es la capacidad de formular un plan y llevar a cabo la conducta necesaria para cumplirlo.

Todo el mundo tiene metas y prioridades. Se trata de explorar qué es lo más importante para él y qué valores han elegido para que le guíen en la vida. Como los valores son aspiraciones, es muy posible que la discrepancia entre la situación actual y las metas declaradas sea considerable. La clave reside en explorar y desarrollar temas de discrepancia entre las metas o valores importantes que ha declarado el cliente y su conducta actual. Si esta línea de exploración genera discordancia o ponen a la defensiva, no insista.

Explorar esos valores proporciona puntos de referencia con los que comparar la situación actual.

Fuente: La Entrevista Motivacional, ayudar a las personas a cambiar. 3.ª edición / William R. Miller, Stephen Rollnick