Imagina que tu
cuerpo es tu coche, y el conductor es tu YO CONSCIENCIA. El estómago vendría a ser el depósito de gasolina (energía) del
coche.
-Yo siempre tengo hambre” Pista: el que siempre tiene hambre es hambre emocional, salvo que seas una persona que esté haciendo maratones,
- Vas a coger todo lo que te apetece comer ahora. El resto puedes déjalo fuera de tu vista.
- Observar tu depósito de energía (estómago): ¿a cuánto está de hambre? 10 está muy muy lleno, dolorosamente lleno; 1 el depósito está vacío, sientes mucha, muchísima hambre, comerías cualquier cosa hora; y un 5 no sientes nada, estas indiferente, puede ser esa sensación entre comidas.
- Puedes coger una porción, una patata, una pasa.., mirar el color, olerla… Observa qué sensaciones pasan en tu cuerpo. ¿Algo
pasa en tu estómago? ¿Hay movimientos? ¿Hay salivación? Tienes ganas de mover
la mano hacia la boca… ¿Y la mente? ¿Imaginas el sabor? Surge algún pensamiento
del tipo “me la voy a comer”; “mejor no probarla”; “no podré comer solo una” ¿se te ha
colado la idea de alimento prohibido? Y qué emoción reconoces en ti: ansia, deseo,
asco…
- Con los ojos
cerrados conectar con la experiencia del momento, con todas estas cosas que te suceden
a la vez, sensaciones en boca, estómago, pensamientos, emociones…
- Sin morder, sin crujir, vas a introducir la porción en la boca y dejarla en la lengua. Y vas
a saborear sin morder y con los ojos cerrados. ¿Qué pasa? ¿Qué te sucede? ¿Qué te
dices? Un juicio "esto es maravilloso", “así pierde la gracia” o una imagen. ¿Qué más? todavía
seguimos con la porción de alimento en la boca sin morderla, se va deshaciendo, qué notamos,
textura, gusto… sabroso o insípido…
- ¿Qué pasa con esa porción de alimento? ¿qué diferencia hay si haces la práctica con otro tipo de alimento (chocolate, fruta o con una pasa)? ¿Con
qué otros alimentos te pasa esto mismo que ahora está sucediendo en ti?
- Ahora puedes a
abrir los ojos y mirar el resto que tienes delante y vas a decidir si quieres
comer otro bocado, pero DEL MISMO MODO, conscientemente: experimentando,
saboreando. Si eliges comer repite los puntos del 2 al 7. Antes date cuenta de los motivos de tu elección, de seguir o parar, simplemente sé consciente, sin juicios.
Lo que hemos hecho ahora es un ejercicio de consciencia, de estar, de presencia, de habitar nuestro cuerpo. No es una norma, es elegir ESTAR PRESENTE (hay alguien conduciendo el coche) o NO ESTAR (el coche va en piloto automático, hábito sobre el cuerpo, no hay nadie).
Nuestra papila gustativa ante el primer destello de sabor nos suele situar en un nivel 9 de intensidad de sabor y en consecuencia de goce. El segundo mordisco suele ser un 8, y luego cada uno de los mordiscos suelen ir hacia atrás, menos disfrute. Seguimos comiendo en busca del primer mordisco, ¡no hay nada como el primer sorbo o el primer bocado! Por suerte, las papilas gustativas nos ayudan y si quisiéramos volver a disfrutar de esa intensidad de sabor la obtendríamos simplemente cambiado de alimento. Por eso, disfrutamos más con comidas con contrastes, con cada bocado tendríamos un primer momento de sabor.